Ayelen Urrutia y Martín Vicente, son dos jóvenes bailarines profesionales con muchísimo carisma, personalidad y vanguardia en su estilo. Su elección es clara: reelaborar y reevalorizar los pasos y enseñanzas de los grandes milongueros de la época: Portalea, Finito, Cacho Mantegaza, Los Filipini, Pajarito y Kela, Carlos Moyano y Nati, el Gitano Victor. Ayelen es una bailarina increíble. Desde la danza clásica, que comenzó siendo niña, hasta la transición natural al tango, como bailarina permanente de tango en el legendario Cafè Tortoni. Martín comenzó con el folklore y el tango a los 8 años e inmediatamente entendió que ese sería su camino. Cuando los dos se encuentran, dejan sus experiencias anteriores para dedicarse con humildad y pasión a aprender más sobre el tango. Hoy ellos viven y tienen su escuela en Karlsruhe. Además de ser parte como artistas en festivales internacionales llevan adelante festivales y eventos en su ciudad.